4/7/09

PROLOGO


La misión del prólogo (otras veces llamado: nota de autor, notas o avisos preliminares, carta al lector…) es invitarnos a abrir la puerta a todo lo escrito que viene después.
Como de vez en cuando sucede con las películas, no queremos saber qué es lo que está por venir o lo que sucederá. Pero la idea de estas palabras preliminares es ponernos en contacto con la experiencia de otros.
El curso de capacitación en literatura que dio espacio al conjunto de escritos que leerá a continuación, tenía como premisa, a ojos del que asistía por primera vez, ponernos en contacto con la tipología textual del micro relato o relato breve. Un tipo de texto bastante conocido para algunos y verdaderamente, ignoto para otros. Reconocidos escritores: Ana María Shúa, Julio Cortázar, Augusto Monterroso, Eduardo Galeano, entre otros, son hacedores de construcciones literarias en las que, con muy pocas, a veces, demasiado pocas, palabras, dicen mucho y nos sumergen en un mundo de perplejidad.
La asistencia a este tipo de cursos, donde se aborda el trabajo desde la experiencia del Taller, nos pone a los adultos en la situación de “enseñados”, de aprendices. ¿Por qué? Porque no se trata solamente de leer textos y después hacer una exposición académica de lo leído tratando de buscar el consenso en lo dicho o la aprobación al sentir que todos lo pensaron o analizaron igual. Es justamente lo contrario. Es leer textos (en este caso, micro relatos o relatos breves) y darnos cuenta que la riqueza está dada por la multiplicidad de miradas con las que nos paramos frente a lo leído. Como debería suceder con nuestros alumnos. Aunque nos de miedo.
La otra mitad de la situación de Taller, es la de ponernos a los adultos en situación de escritura. Tan redundantemente, podemos afirmar que la escritura es una práctica que evoluciona con la práctica. Ponemos a rodar la imaginación, planificamos, releemos, reinventamos, reversionamos, reescribimos. Todos ejercicios que nos enseñan a crecer en nuestros quehaceres lectores y quehaceres escritores.
Trabajo tras trabajo, nos deleitamos con el crecimiento personal y con el de nuestros compañeros. Con la práctica, “ablandamos el ladrillo”.
Los textos que aparecen en esta antología, todos escritos según unas consignas dadas que, de tanto en tanto, parecen cortarnos las alas, pero que en realidad, nos obligan a ser más meticulosos en la búsqueda de lo que queremos decir y en cómo lo queremos decir, tienen como columna vertebral el relato breve. Tipo de relato que con la riqueza de sus palabras, no por ser palabras siempre hermosas sino por mínimas, nos saca de los lugares comunes, nos traspola en los pensamientos, nos genera un quiebre en la mirada. Nos deja la marca de no ser indiferentes ante lo que leemos. Nos obliga a pensar y repensar. Nos pone en un lugar crítico y nos enseña a criticar. Pero con fundamentos.
Invitamos a los colegas y otros lectores a leer esta antología. Para aprender y poner en práctica. Para usar la herramienta del taller. Para perder el miedo a trabajar con la diversidad de pensamientos y miradas. Para disfrutar el trabajar con la diversidad de pensamientos y miradas. Para re-aprender a leer y escribir.
Lucía Ballivián Belloni
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20/6/09

TP Nº 1 PRESENTACION

A traves de un objeto, una foto o un recuerdo concreto de la infancia. Presentarse con un relato breve. Escritura auto biografica

Días Lejanos
Lejanos quedaron aquellos días, si esos días, días de sonrisas fáciles, días de disfraces, días de juegos, días de recolectar flores de árboles Jacarandás, en las cuadras siguientes a casa, los juegos en la vereda también se esfumaron, “La Rayuela”, “La Mancha” y “Las Escondidas”.
Y los bolsillos del delantal llenos de pequeños tesoros? Donde han quedado esos tiempos?
Como me gustaban los días de otoño escuchar el crujir de las hojas secas, desparramadas por todos lados al pisarlas con mis zapatos “canadienses”.
Uy, si había algo que detestaba con toda mi alma, era esa maldita polera, si la maldita polera gris! Mi madre me forzaba a usarla cada día de frío intenso, al despertarme para ir a la escuela, creo que por esas épocas estaría en segundo o tercer grado, no recuerdo con exactitud. Odiaba esa polera, su cuello largo que encerraba al mío, casi , como si fuera un molesto aparato de ortopedia, me provocaba muchísima picazón, incomodidad, bronca, hasta diría que furia.
Pero una mañana, la naturaleza hizo justicia, con el crecimiento de mis huesos, la maldita polera, ya no entraba en mi torso, ni pasaba por mis brazos, jeje, al fin, me había sacado de encima tamaña tortura, aunque no.
Si amigos! Lamentablemente canté victoria antes de tiempo!
La dinastía de las poleras siguió haciendo estragos con mi pobre cuello. Llegó otra, una hermana mayor que la anterior, muy parecida, hasta del mismo color, pero en un tono más oscuro.
Y así fue como mi cuello, se fue amoldando, acomodándo, o quizás acostumbrando al uso de estas prendas de vestir, sintiéndo que la batalla había sido perdida.
Guillermina Limonta


No llegaba a los tres años pero el chico ya quería conducir un vehículo. Tenía los pies muy pequeños, las manos enfundadas en guantes de lana gruesa, un gorrito con visera que le dejaba en el flequillo una canaleta poco elegante y un ánimo nada inquieto, casi resignado.
Su abuelo lo llevó una mañana a la calesita de Tatín, el legendario hombre que legó el oficio de la sortija a más de tres generaciones. Y pese al frío, el chico dio varias vueltas aferrado a su abuelo. Casi al mediodía, Tatín le dio la mano y mandó saludos para su padre, otro legendario del barrio.
Caminando hacia la avenida se cruzó con su primo, otro chico un poco mayor que él, y que también cumplía con el obligado rito dominguero. El primo iba de la mano de su padre (el tío del chico) y ambos arrastraban un flamante karting a pedales.
El chico quedó fascinado, exorbitado, embelesado. Y al pedido de rigor, la obvia respuesta de rigor. “Todavía sos chiquito” repetía el tío mientras el primo, sentado en el karting, insistía en que sus pies llegaran a la punta de los pedales y en que sus manitos pudieran forzar el pesado volante gris.
El abuelo saludó cortés y no intervino. Se llevó al nieto en brazos hacia la camioneta sin decir nada. Ni un comentario. Pero una vez en marcha, en vez de comprar pan, queso y masitas y de volver a casa para el almuerzo, condujo directamente hacia la casa de rodados que estaba sobre Avenida La Plata, frente a la por aquel entonces cancha de San Lorenzo.
Rodolfo Mendizábal


Dos o tres veces al año “termino en el piso” esa es mi frase…
Una tarde de verano, al salir del auto, cruzando para un arroyo empecé a patinar…
Si patinar….brazos al viento…para un lado y para el otro, tratando de hacer equilibrio para no terminar en el piso tapada de barro… entre tanto y tanto aleteo…
paf!!! “la caída”.
Y si esa soy yo a veces veo las cosas desde el piso, como esa tarde…
Cuando mire para arriba tenia una cola de autos esperando que me levantara.
“Arriba Soledad me dije entre risas”, y di paso a los autos.
Soledad Domínguez


Mi Nombre
Hace 27 años y monedas mis padres me anotaron en el registro civil con el nombre de Martín Antonio Bustamante. El segundo nombre es un homenaje a mi abuelo, y del nombre Martín la única información que tengo sobre su elección es que si nacía mujer iba a llamarme Martina provocando que al ser varón el nombre también, gramaticalmente, se hizo hombre. Desde que tengo mis primeros recuerdos he notado que mi nombre tuvo, tiene y tendrá miles de mutaciones. Desde los clásicos Tincho y Martincho hasta los mínimos Mar y Tin, pasando por los internacionales Martín (sin acento) y Martino. El ultimo episodio en el cual mi nombre se vio modificado se dio en Brasil este verano, aunque esta vez no se debió a cuestiones de apodos o pereza en decir el nombre correcto. Ocurre que en el idioma portugués la silaba “ti” se pronuncia “Chi”, por lo que Marchin se suma a la lista inacabable sobre las variaciones del nombre Martín.
Martín Bustamante


La primer siesta
Me recuerdo en esa tarde de verano, caluroso y aburrido, tirado en el pasto en el fondo de casa, bajo la suave sombra del naranjo, sin chicos a la vista, esa tarde, que pasaba lento o no pasaba y yo mirando las hojas del naranjo, aburrido, nada se movía, ni las moscas estaban de tan lenta que era la tarde, solo mi mente corría sin freno. Entonces paso, una hoja se desprendió del naranjo y cayo…cayo suave… despacio… en danza lenta y se poso como acariciando el pasto, cerca de mi cara y ahí quedo inmóvil, yo que la contemplaba ya sin pensamientos cerré los ojos y me quede dormido.
Raul Sosa


Foto marron con fondo beige y blanco
¡Qué chiquita , y Juan también! Qué elegante el padre, y qué joven la madre!
Los cuatro paseantes miran contentos el ojo del pajarito. Seguro que era domingo, porque es el día en que las manos callosas descansan y almuerzan los cuatro juntos.
A veces suben a un tren, un tranvía o un colectivo y llegan a Luján, Plaza Once o Plaza Italia. Bien vestidos están los cuatro, los padres ya sin alpargatas y los libros esperando a Juan y Alicia.
El pajarito encajó de fondo el mausoleo del sapo diluviano, el trompudo Rivadavia, el del primer empréstito, el que nos sigue enroscándo la víbora.
El padre nunca volvió a sus rías gallegas; la madre alguna vez se mojó en el Dulce santiagueño. Ahora cantan y danzan con la Telesita(1) y las meigas vedoiras(2) .
¿Habrá pajaritos que pidan sonrisas en la Salamanca?

Notas:
(1)Según una leyenda de Santiago del Estero, fue una niña huérfana que vivía en los bosques, y que se alegraba bailando zambas y chacareras. Una noche murió calcinada. Los campesinos le solicitan favores para el trabajo; dan en ofrenda un gran baile y banquete, donde el promesante ofrece siete chacareras seguidas y siete copas de caña para alegrar el espíritu.
(2) Las meigas son consideradas brujas en la tradición popular de Galicia.
Entre los tipos está la Vedoira: Es esbelta y agradable en el trato, contacta con el más allá.

Alicia N. Lorenzo


El cumpleaños
Corría el año 1986, los primeros días de año. Y se acercaba el gran día en el que cumpliría su primer año.
Lejos estaba de su comprensión lo que allí estaba por suceder.
Mucha gente, muchos regalos, mucha atención. Besos por acá, abrazos por allá, mimos y más mimos.
Sus juguetes parecían ser lo que más le atraían. Su pelota y sonajero eran su mundo, sus pertenencias, su forma de expresarse.
Fueron pasando los diferentes momentos del cumpleaños: la llegada de todos los invitados, los regalos que se iban abriendo, la comida, las charlas.
Llegó el momento de soplar la velita, se apaga la luz, comienzan a cantar:
- ¡ Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz! ...
Cuando de repente se escucha su llanto. Predominaba el miedo a la oscuridad y el ruido del canto sobre la felicidad del momento de la torta.
Encienden las luz y cesan de cantar. Todo se convierte en muecas, morisquetas y caras locas que tratan de arrancar una sonrisa de su rostro. De a poco su carita comienza a cambiar. Todo fue risas nuevamente, pero de repente, se explotó un globo.

Magdalena Rodriguez


No oscuridad
En la habitación había mucha luz.
No se sabe si era ella.
O el sol que entraba por la ventana.

Lucía Ballivián Belloni
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TP Nº 2 CAMBIO DE LA LOGICA EN LOS RELATOS BREVES

Tomar un argumento del cuento “Instrucciones-Ejemplos sobre la forma de tener miedo” de Julio Cortazar, incluido en el libro “Historias de cronopios y de famas” y escribir un relato sosteniendo la logica del absurdo llevandolo al humor.


“En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere”.


Un letrado del sur de Escocia era, naturalmente y como todo buen escocés, amante del whisky. Pero por alguna rara mutación de genes (por aquel entonces ignorada para las ciencias) el hombre era más afecto al bourbon que al scotch. Y tal preferencia era, cuanto menos, inaceptable en sus tierras. Sus vecinos detestaban que el hombre pidiera Jack Daniel’s en el pub, y se irritaban profundamente cuando encontraban en la puerta de su casa alguna botella vacía de Jim Beam. El bebedor de bourbon hacía caso omiso a los comentarios y seguía sosteniendo que, para él, la tarde perfecta se conjugaba con la botella, el tabaco y la biblioteca.
Un justiciero anónimo, apodado al pasar Johnnie Walker, se presentó un día en el pub del pueblo e invitó varias rondas a su cuenta. Como fruto de la nueva amistad, el bebedor de bourbon invitó al justiciero anónimo a cenar una noche en su casa. El justiciero aceptó de muy buena gana y se presentó a las seis en punto con una caja de cigarros Candelight y un ejemplar de As I Lay Dying. Después, sólo bastó con esperar lo inevitable.

Notas:
• Bourbon: típico whiskey norteamericano.
• Jack Daniel´s: reconocida etiqueta de bourbon, elaborado en el estado de Tennessee (USA).
• Jim Beam: otra reconocida marca de bourbon, elaborado en el estado de Kentucky (USA).
• Johnnie Walker: etiqueta de scotch
• Candelight: cigarros tipo habanos elaborados en Alemania.
• As I Lay Dying: se trata del título original de la novela de William Faulkner Mientras agonizo (1931)
Rodolfo Mendizábal

Desde que el hombre comenzó a cuestionar su existencia, el destino se convirtió en uno de los enigmas más grandes de la humanidad. Desafiando toda lógica, hubo hombres que intentaron desafiarlo sin pensar en sus consecuencias. Uno de ellos fue el joven escritor Ron Asheton, quien luego de la muerte de su prometida Patty, se dedico de forma enfermiza a escribirle un libro en su honor. A medida que pasaban los días la obra crecía de la misma forma que su obsesión y locura. Ron mientras escribía, sentía que ella estaba junto a el. Enterado del grave estado mental del escritor, un brujo perverso llamado Saruman se hizo presente en la casa. La oferta era simple, toda la fortuna era el pago por reencontrarse con Patty. Ron sin titubeos acepto pero solo con la condición de que su nueva vida tenia que ser exactamente igual a lo que estaba escrito en el libro. El astuto brujo acepto todo y no contradecio ninguno de los pedidos lunáticos de Ron. Por dentro sabia que era imposible revivir a Patty y su verdadero plan era eliminar al escritor. Finalizada la cesión de bienes, el brujo procedió a efectuar el hechizo. Quizás piadoso por la locura del escritor, Saruman decidió el bien común para los dos. Hizo desaparecer al escritor, pero en vez de asesinarlo, lo hizo revivir dentro del libro.
Unos meses mas tarde, preocupado por la ausencia de su hijo Ron, William Asheton fue a visitarlo a su casa. Grande fue su sorpresa al ver que quien abría la puerta no era su hijo, sino el brujo Saruman, quien se negaba a dejarlo ingresar. Sospechando algo extraño, William tomo de sorpresa al brujo e ingreso empujándolo. Al caer al piso quedo lejos de su bastón con el cual realizaba los hechizos, por lo tanto William pudo dominarlo y lograr que confiese. El brujo acepto revertir su hechizo, incluyéndole una página en blanco al libro como un portal para la salida de Ron. Solo hacia falta que alguien tenga enfrente la pagina en blanco a las 3 de la tarde, el mismo horario que el escritor se había convertido en libro. William no creyó que seria tan fácil y tomo el libro aguardando hasta el horario indicado. Saruman tuvo que contarle la mala noticia, el que tome el libro en ese horario tomara el lugar de Ron. El amor de un padre a un hijo, provoco que Mrs. Ascheton tome una decisión egoísta y peligrosa al fabricar por millares al libro y venderlo a muy bajo precio y solo en su pueblo.
Luego de varias desapariciones misteriosas, se corrió la voz que en un pueblo de Escocia vendían libros con una página en blanco pérdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa pagina al dar las tres de la tarde, muere.
Fueron incesantes los esfuerzos del padre para recuperar todos los libros y destruirlos, como así también los esfuerzos del escritor para recuperarlos.
Martin Bustamante


El problema es que una vez muerto no tiene forma de advertirle a otros lectores de lo que les puede suceder.
Tampoco se conoce la causa de muerte, la cual deja a los forenses desorientados. Paro cardíaco, no, le faltó oxígeno, no. Tal vez se le rompió algún órgano y se desangró por dentro, no. ¿Qué es lo que está sucediendo?.
Muertes en plazas, en colectivos, en subtes, en bibliotecas.
La verdad que la gente de Escocia no tiene la menor idea de lo que les espera si de casualidad compran justo un libro con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Y mucho menos que al caer en ella no saben lo que les va a suceder.
Magdalena Rodriguez


"Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel".

Metamorfosis
Era Adela, la que había abierto después de tantos años el ropero y era para releer por milésima vez las cartas de aquel viejo amor de juventud.
Vio los papeles que revoloteaban y no les dio importancia, pero casi cae en un desmayo cuando las aparentes mariposas de papel, se convirtieron en enormes polillas que con aguzados dientes, comenzaron a amenazar la endeble figura de Adela, cerró con violencia la puerta del ropero ,que en ese momento se había convertido en un horroroso receptáculo ,pero fue inútil ,la fuerza de aquellas mariposas horadaron la madera e invadieron la habitación convertidas en espeluznantes pterodáctilos que no reparaban en aquellla vieja solterona que ya no tenía ojos para releer por milésima vez las viejas cartas de amor, mientras, que, desde el pico del líder de la bandada, colgaban como un collar, dos perlas verdes, blancas y sangrantes.
Guillermina Limonta

Lucrecia con rabia enfado cólera ira furiosa Cataliiiina, otra vez estos lepidópteros envejeciendo mi ajuar. Dale la camisa al señor y decile que te dé los cables, estos malditos insectos no aprenden. Lavá bien la ropa, que no quede ningún puntito entrometido. Ah, y olvidate de esas saliditas de los domingos.
Algunas maripositas corretean hasta el último estante del ropero, adonde la concha amiga las recibe a carcajadas. Se limpian se acoplan florecen recuerdan.
Ropa blanca doña Rosa negocios sucios.
Los cables están listos.

Alicia N. Lorenzo

"En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados".

De noche La plaza Del Quirinal, nunca esta bien iluminada, pero esta noche de luna llena la plaza parece el día, me gusta dibujar de noche porque de noche los contornos, las figuras, se confunden con las sombras y si hay luna llena su luz mortecina da una especie de misterio, misterio que el sol oculta y que da a las sombras vida, por eso me gusta dibujar de noche, mi mano juega trazos en el papel, trazos que mi mente no entiende. Estos bustos de la carga de caballería de los Diosculos se ven majestuosos y el Conde Soderini, en su caballo de mármol iluminado por la luna , se ve imponente, decido dibujarlo a él, creo que tiene las proporciones adecuadas para un buen dibujo… ahora que miro bien lo que se ve imponente es su sombra, mas grande que el busto pues su contorno (el de la sombra) nace de las piernas del caballo recorre parte del piso de la plaza y va a parar a una mezcla de arboleda y arbustos, que de día se ven hermosas, pero de noche se confunden con las sombras que ellos mismos dan detrás suyo y da la sensación que la arboleda no tiene fin…es la sombra…es la sombra de la estatua lo que le va a dar personalidad al dibujo, no el busto en si sino la sombra, amplia, potente, si hasta parece que la sombra del conde me mirara con total superioridad y hasta diría con agresión…mientras pienso esto mi mano ya entro en el dibujo, si no pienso en el dibujo el dibujo sale bello…¡momento!...¡alto ahí! Conde Soderini, si usted se mueve como recién no voy a poder dibujarlo bien, ni a usted ni a su sombra, así que hágame el favor y ¡quédese quieto!... no tengo que pensar en el dibujo, sino “sentir lo que dibujo”, “la emoción que eso me provoca”, como decía el profesor “el arte de dibujar es la vida cantando o gimiendo a través de las manos del artista”… tengo que sentir…¡le dije que se quede quieto! Como quiere que sienta si se esta moviendo a cada rato, me desconcentra y lo que empiezo a sentir es ¡bronca! ¡quédese quieto le dije! ¡no entiende el Italiano! ¿Que?...¿que son las 12 de la noche?...¿que hay luna llena?...¡ya lo se! ¡ya lo se!...a esta hora ustedes se pueden mover libremente, pero eso no le da derecho a importunar mi obra, así que ¡quédese quietó!...¿que? ¿Qué quien me creo?, vea usted, yo voy a ser un gran artista, el Van Goth de este siglo, reconocido después de su muerte, pero reconocido por siempre…no, no se ría de mi y ¡quédese quieto!...¿que soy un romántico dice? ¿Y quien quiere ser como usted?, reconocido por un momento, en una batalla perdida que a nadie le importa y olvidado por todos los tiempos, no, yo busco la eternidad…¿Qué? ¿Qué usted me va a hacer el favor de darme la eternidad? ¡no! No saque su espada no, no se enoje Conde Soderini, yo, yo solo decía…solo soñaba en vos alta…¡que hace conde!...no… no le grite a su caballo “a la carga” yo no soy su enemigo ¡No!...yo no soy su enemigo…salgo de la plaza corriendo, detrás escucho los cascos de las pisadas del caballo siguiéndome, pero no corre muy fuerte, los siglos entumecieron sus articulaciones de mármol, pero me corre y uno sabe que las estatuas no se cansan nunca…me cruzo con un transeúnte…¿Qué le pasa que va corriendo con esa cara de susto?...me sigue el conde Soderini con su caballo encabritado…ha, entiendo, seguro que lo quiso dibujar justo hoy que es luna llena y justo al Conde que tiene el peor humor del mundo, tiene suerte que su caballo corra despacio…mire allí en la esquina dobla a la izquierda, hace 2 cuadra y se va a encontrar con el túnel Moresii que tiene salida a la otra calle… ¿pero el conde me va a seguir igual?. No, porque en la entrada del túnel es tan a cada lado, como si fuesen guardianes, los bustos de los dos leones que custodiaban en la antigüedad la entrada del oráculo de Delfos y aunque ya no están las Pitonisas, aun siguen teniendo mal humor y es del conocimiento de todos que los leones y los caballos siempre se llevaron mal., ¡vaya hombre! ¡vaya que ahí viene el conde Soderini!... al darme vuelta vi al conde con su espada en alto y su caballo enfurecido, ambos sedientos de sangre…de mi sangre….rápidamente doble por la esquina, hice las 2 cuadras mas rápido que la luz, en la entrada del túnel la luna llena me mostró la imagen monstruosa de los Leones de Delfos con sus ojos fieros, terribles, sus mandíbulas abiertas mostrando los afilados dientes y la posición corporal listos para el salto…me miraron y quede petrificado, jadeando de cansancio o de miedo me digo que tengo que seguir o el Conde me va a aplastar. Caminando y mostrándome lo mas tranquilo posible, dibujo una sonrisa que mas se parece al espanto que a la alegría, al pasar al lado de ellos los saludo amablemente, no sea cosa que también se enojen y termine pasando a la eternidad a manos de estas bestias…buenas noches señores Leones…que grandes dientes que tienen …¿puedo entrar al túnel?¿porfi?...su mirada fría me para el corazón, es el fin ya siento sus garras destrozándome la piel, cuando entonces los cascos del caballo del conde se sienten detrás mío y su sombra comienza a cubrirme por completo, cierro los ojos y apuro el paso, que sea lo que sea, entro al túnel, escucho un freno de caballo, un rugido de leones, una envestida de animales, el filo de la espada trazando el aire y los insultos del conde rugiendo a viva voz, el choque estrepitoso de mármoles y de piedras es lo ultimo que escucho. Corriendo alcanzo la salida del túnel, atrás queda la batalla final.
Ya tranquilo me dirijo hacia casa pensando que cuando pase a le eternidad y sea estatua, me voy a dejar pintar por todos los artistas ¿Quién quiere vivir eternamente de mal humor?, mañana apenas me levante lo primero que hago es comprar el diario, como me voy a reír cuando lea que los pedazos del conde están esparcidos por el túnel. Jo.Jo.

Raul Sosa


"En Amalfi, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola".

Y adentrándome en la boca del perro triste que grita descubro que soy yo mismo el que grita. Al que la noche se le metió adentro y la oscuridad le llenó los vacíos. No queda resquicio que se libere de los gritos que mis manos trataron de tapar en la boca de ella pero que no pudieron porque eran las mismas manos que sujetaban su cuello. ¡Y yo no tengo cuatro manos! Tengo cuatro odios.
Lucía Ballivián Belloni
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TP Nº 3 HUMOR Y ABSURDO, LAS DOS LOGICAS

Luego de la lectura de las especies inventadas por Cortazar en el libro “Historias de cronopios y de famas”, crear una o varias especies, darles un nombre y escribir 10 textos breves que den cuenta de alegrias, costumbres, preocupaciones y actividades varias en su vida cotidiana.
LOS MALAFAMAS
Alegrías de los Mafalamas.
Los Mafalamas, esos bichitos púrpuras y sin boca, se ponen muy contentos asustando niños. Cuando encuentran alguno en situaciones de indefensión se les aparecen y ..... ahí se desata el desastre.
Si por esas casualidades encontrás un Mafalama gordito, es porque está contento por haber asustado a un niño.
Tristeza del Mafalama.
Los Mafalamas no son bichitos tristes, es muy raro verlos derramar una lágrima por alguno de sus tres ojos.
Por lo único que se interesa un Mafalama es por alguien de su misma especie.
Y si, los Mafalamas son bastante egoístas y además disfrutan de la tristeza ajena.
Costumbres de los Mafalamas.
A los Mafalamas les gusta deslizarse como caracol por debajo de las ventanas de las casas de la gente.
Abren muy bien sus grandes orejas y se alimentan de los chismes que escuchan.
No tienen miedo de ser descubiertos porque se mimetizan, y además cuando van por los jardines se confunden con el olor a pasto recién cortado, porque ellos huelen igual.
Preocupaciones de los Mafalamas.
Cuando nace un nuevo Mafalama lo primero que hacen es probar que escuchen bien, porque si no lo hacen, como sólo se alimentan de lo que escuchan, el pequeño Mafalama muere de inanición.
Accidentes de los Mafalamas.
Los Mafalamas son un poco distraídos, siempre tienen accidentes con autos. Si los pisan, no hay problema, como son gomosos, se inflan y siguen andando.
Fiestas de los Mafalamas.
En las fiestas nocturnas de estos bichitos siempre vamos a encontrar decoraciones de colores naranja, verde y violeta, sus favoritos.
Siempre hay un grupito que hace la música, puros golpes. Y otro grupo rebotando por todos lados, así es como bailan.
Al final de la fiesta se dan cuenta si fue divertida porque hay muchísimos Mafalamas gorditos y cansados.
Viviendas de los Mafalamas.
Si por casualidad alguien pasa por un gran descampado con muchas grietas tiene que tener cuidado. Es el hábitat de los Mafalamas.
Si pasan de día no hay problema, porque como le tienen miedo a la oscuridad no salen.
Ahora si pasan de noche y los molestan, se ponen grandes, negros y muy feos. ¡Así dan mucho miedo!
Reproducción de los Mafalamas.
Los Mafalamas son bichitos solitarios, es muy raro verlos en grupo. Pero cuando se sienten solos tienen un hijo y listo. Claro, para ellos es así de fácil porque son hermafroditas.
Profesiones.
Dicen por ahí que un Mafalama decidió poner una casa funeraria. Espero días, meses, años, pero terminó por cerrarla. El muy tonto no se dio cuenta de que en su especie son todos inmortales.
Comunicación.
Un golpe por aquí, dos por allá, más fuertes, más suaves. Si de repente muy tarde a la noche se escuchan golpes durante un largo rato, no se asusten, son los Mafalamas comunicándose entre ellos.
Magdalena Rodriguez


LOS GRANIS
Los pies de los granis son riquísimos, esa fue su perdición y eso que se pasan la vida comiendo porquerías, pero son tan ricos sus pies hediondos, mire le explico, hay que comerlos crudos ya que su baranda a pata compite en el mercado con el queso roquefort, solo que los pies de los granis son gratis, ellos mismos instan a que se coman sus pies por que, como sabemos, el querer caminar hace que le crezcan inmediatamente nuevos pies y estos cuando están saliendo les producen las cosquillas que los hacen morir de risa, es tan común verlos reír por la calle que su risa se volvió contagiosa para nosotros y ahí esta el problema de todo, la gran catástrofe, como sabe, nosotros los hombres no somos seres fácilmente disponibles para la risa, casi la desconocemos y cuando nos encontramos con un granis nos contagia su risa y no sabemos reír bien, no sabemos si reír o comernos sus pies hediondos, si te reís no podes comer nada y si comes y te reís al mismo tiempo corres el riesgo de atragantarte y esto fue lo que le paso a mi hermano, resulta que se encontró llegando al trabajo con dos granis, a uno le estaban creciendo los pies y se moría de risa mientras caminaba con sus muñones, el otro no se reía para nada y sus patas hediondas estaban para comérselas, así que mi hermano le rebano una pata de un mordiscon pero al querer tragar y atacar la otra pata se le contagio la risa del otro granis de tal forma que se le quedo atragantada la pata en el esófago, cayo al suelo entre arcadas, risas, ahogo y mas risas de los granis. Por suerte los granis también son entes inteligentes y entre risas pararon un taxi y lo llevaron al hospital al cual llego hinchado como un sapo. Un doctor me dijo que actualmente el atragantamiento de patas de granis es la segunda causa de muerte después del infarto, ya que el olor a pata produce gases tóxicos que solo son contrarestados por las sustancias digestivas del estomago, pero en el esófago aumentan de tal forma que inflan el cuerpo del desdichado de gases nauseabundos hasta que este, si no es intervenido quirúrgicamente simplemente revienta. Debo decir que en el hospital hicieron un trabajo estupendo, cuando mi hermano salio del hospital, se encontró con el granis cuya pata había sido comida por el, estaba sentado en el piso y mi hermano que es un ser de costumbre y de gula le arranco de un tarascón el otro pie, ahí el granis que quería caminar comenzó a reírse pues de los muñones comenzaron a salirle patas y sus cosquillas a cosquillear y mi hermano comenzó a atragantarse de tal forma que esta ves no lo salvo ni el hospital, reventó ahí nomás, eso fue lo que paso mi amigo.
Mi mas sentido pésame…era un buen hombre su hermano…voy a darle el adiós, permiso…
Pase usted.
Raul Sosa


PAPELITO DE OFICINA
Papelito de oficina tiene problemas con su mujer. El otro día ella le recriminó su devoción por cumplir con el inventario y balance de alacenas y despensa que cada mes realizan juntos. Él se ofendió y aseguró una vez más que dicho ritual era lo indispensable para toda unión matrimonial. Lo dicho: Papelito de oficina tiene problemas con su mujer.
Papelito de oficina merodea a la salida de su trabajo por los pasillos de la Facultad de Derecho. Los viernes a la nochecita se relame observando las largas filas de estudiantes que reclaman sus apuntes anillados en las fotocopiadoras. Papelito de oficina hace sus cuentas y calcula cuántas copias hacen las eficientes máquinas por minuto. Más tarde, mientras cena, el sonido inconfundible de las Xerox es más potente que su cansancio.
Papelito de oficina parte de viaje ansioso por recomenzar su pasatiempo favorito de verano: ayudar en los arqueos de caja a sus vecinos, dueños de una fábrica de alfajores. Los alfajores y los veraneantes van y vienen frente a Papelito de oficina durante los quince días de estadía, pero a él no le importan. Lo importante, dice, es disfrutar de las vacaciones.
La esposa de Papelito de oficina le regaló a su marido un nuevo fichero. “Con él podrás organizar, de una vez por todas, la vajilla y la mantelería de casa”, le dijo. Papelito de oficina ya sabe qué hacer no bien finalice de clasificar toallas, toallitas y toallones según extensión, tonalidad y suavidad.
Papelito de oficina llevó a sus hijos de paseo. La semana pasada visitaron la agencia número 41 de la AFIP. Para aprovechar el tiempo, mientras los niños hacían la cola de Acuerdo Fiscal, Papelito de oficina hizo la de Moratorias y Presentación Espontánea. Al final de la mañana, pudieron darse el gusto de experimentar ambos mostradores varias veces. Pero la suerte no los ayudó: ese día no había vencimientos importantes y las filas no demoraron tanto como era de esperar.
Rodolfo Mendizábal


LOS PLOPLOS
Un ploplo es el dueño de la cadena de helados Ploplutos; tiene sucursales ácidas y gomosas en varias de las calientes ciudades del mundo. Otro heredó las bodegas Ploplinas; contrató a una legión de catadores para que identifiquen sabores lejanos; se perdió el rastro de cientos de ellos. Otro, compró la fábrica de motosierras Ploplurrrr, que ocupa 20.000 has. rodeada de ciénagas, que alguna vez fueron lagos azulinos; de grises estepas, que alguna vez se elevaban verdes y amarillas hacia un cielo abierto, ahora de plomo.
Cuando se encuentran a cenar, la conversación es siempre la misma:
Plopluto: -Estos manga de gulosos están cada vez más impertinentes. Ahora exigen cucuruchos de crema de leche. Se creen que vamos ordeñar para ellos la poca que tenemos.
Ploplino: -Y de mis catamerdos ni te cuento. Se equivocan a propósito, y estoy perdiendo exportaciones millonarias.
Ploplurrrr: -Bueno amigos, ya saben, cuenten conmigo. Además, tenemos que organizar otra expedición hasta Afrilandia. Todos necesitamos mano de obra. No es asunto de seguir perdiendo, ¿no?
ALGO DE MUSICA PLOPLA
Los ploplos se esparcen a la noche en mullidos sillones iridiscentes; encienden su montecristo, se sirven su cordero real, tienden a sus pies amansado un leopardo, toman uno de los controles, remontan uno de los cds., cierran los ojos. Una voz caliente de hombre o mujer canta sobre amores siempre perdidos, ayeres siempre estancados, promesas siempre incumplidas .
Una lágrima plopla moja el cordero.
El leopardo recuerda Afrilandia.
MAS DE MÚSICA PLOPLA
Es miércoles. Los ploplos están aburridos de tanto vigilar. Pasan a buscar a sus mujeres, siempre brillosas y chillonas.
Una plopla está de mal humor porque su amiga tiene un alfiler “soberbio, de Afrilandia”; otra no soporto que la china mugrienta no me rasque el cogote; te vi mirando el culo de la india de mierda dice otra.
Los pobres ploplos quieren alegrarse un poco. Van hasta la ciudad vecina, se inaugura la discoteca de un amigo, ploplo por supuesto.
La música tecno retruena, los pies se le inquietan, sus oídos chorrean plomo, a carcajadas el ploplo mueve el índice izquierdo en el ojo derecho de la mesera afrilanda.
Las ploplas festejan.
LOS PLOPLOS VACACIONAN
Hay catálogos editados en hojas sedosas, brillantes, con minuciosa información sobre cuáles son los lugares al que un buen ploplo debe arribar.
Las fotos dan cuenta de la belleza de la flora y de la fauna del lugar. Se garantiza lujo. esparcimiento y todos los rrrrrrrrrrrrrtatatas necesarios para mantener alejados a los macilentos.
Previamente, averigüan a qué lugar no fueron sus conocidos, y así, poder sorprenderlos en el próximo encuentro con los videos que el asistente fue obteniendo día a día.
Ellos saben: cada mancha, un nuevo trofeo.
UN CACHO DE CULTURA
…plopla, por supuesto. Veamos su biblioteca. Sí, algunos libros hay, no muchos. Tapas colorinches, letras Arial 20.
Un ploplo llega a su casa inquieto, un percance sucedió en el día. Enguantadas manos le van alcanzando: “Aumente sus ganancias ya”, “Instrucciones para hacer desaparecer competidores”, “¡Qué importan los muertos!”, “La privatización de la risa”.
Gráficos, epígrafes, esquemas, subrayados, sinopsis que hicieron sus asistentes, y que le ayudan a resolver el problemita.
El buen ploplo siempre debe tener a mano buenos libros.
OTRO CACHO
Héroes y heroínas con muchas prótesis y anabólicos saltan de la pantalla para pedir autógrafos a estos ploplos y ploplas que en número reducido se encuentran en la sala reducida.
Luego vuelven al celuloide para moverse en tiempos estruendosos, espacios estropeados, más y más escombros, mucho menos escrúpulos.
¡Puaj!
OTRO MAS
Sí, a los ploplos y las ploplas les gusta el teatro de revistas.
Las plumas, las telas brillosas, las pedrerías, los brillitos en losbrazoslastetaslaspiernaslosculos. Si vieras Chonga qué bueno, cómo admiran nuestra ropa zapatos alhajas sombreros. La música es tan alegre, ¡fuera los pesares! (uy, no sé qué significa). Ellos y ellas mueven sus manitas paraquí parallá paraquí parallá , y nos sonríen, nos tiran besitos labios tan rojos y carnosos, pelitos también nos tiran.
Bailan, cantan. Sólo para nosotras y nosotros
LOS PLOPLOS SE ENCUENTRAN PARA CENAR
Tres parejas de ploplos se encuentran en uno de los restaurantes exóticos de la ciudad, “GRRRRRRRZZZZZZZZ”.
Una de ellas pide de entrada chifletes a la sordina. La otra, pedunos a la bandolera. La tercera, tosada a la fumarola. Para beber, la exclusividad de la casa, el elixir ratonero.
Mientras eligen el plato central, los ploplos hablan de las delicias saboreadas en la última semana. Y por supuesto, hablan hablan hablan sobre negocios, ganancias, impertinencias de los muchosmuchos que ellos hacen desaparecer, pero que vuelven, siempre vuelven.
Una palabra queda suelta. Comienzan a atragantarse.


LOS POMPOS Y LOS ETISBOS
Radicalmente diferentes pero extrañamente parecidos.
Abarcan desde el placer hasta la soledad o el dolor.
Su contextura física es desconocida. Sólo algunas actitudes podrían darnos alguna idea.
Se sabe, sí, que conviven en el mismo Universo.
Fiestas
En una fiesta, los Pompos son suaves burbujas que flotan en el ambiente porque la música los traslada a otra lugar.
En la misma fiesta, los Etisbos, parecen estacas clavadas una lejos de la otra. Solitarios en la muchedumbre, prefieren mirar desde abajo.
Los Pompos no quieren bajar, ¡a ver si todavía se quedan sordos y no pueden volar! ¡O los etisbos los pinchan y quedan como ellos, igualmente tristes y solitarios!
En el baño…
En el olor dulce del baño, se ve la sonrisa plena y amplia de un Pompo.
Chapoteando en la bañadera llena de burbujas y brillos, el Pompo se siente Esther Williams. No nada, vuela. No se baña, disfruta. No se moja, se deja abrazar por el agua.
Mientras tanto, paralelamente, al mismo tiempo, un Etisbo, calcula milimétricamente cuántas gotas le rozarán el cuerpo y cuántas cada parte.
El jabón debe ser abierto cuidadosamente cada vez. Uno por baño. Dos por día.
Nada puede estar librado al azar. Cada frasco de líquido limpiante tiene el nombre de un día (incluso sábado y domingo tienen sus frascos).
El Etisbo, también se siente feliz. Disfruta tanto como los Pompos.
Comida pomposa
Entre sus rituales, los Pompos, adoran el de la comida.
Ellos pueden usar todo el tiempo del mundo para este momento.
Se llaman a sí mismos: “buenos vividores” de la comida.
Disfrutan cada detalle. Cada elemento ocupa su lugar en el banquete de los dioses. Puede estar todo mezclado pero saben exactamente qué quieren ingerir y por qué. Nada queda librado al azar aunque sepan que dentro de su cuerpo todo formará un mismo bolo. Una misma cosa. Una misma pieza de placer y glotonería. Eso es lo que disfrutan.
A su modo, también los Etisbos, crean un ritual alrededor del alimento.
Lástima que su único pensamiento es: “dentro mío nada se mezcla. Cada cosa en su lugar, en su orden. Todo llega de la misma manera exquisita con la cual determiné que ingresaría”.
Ellos se lo pierden.
Interesadamente
Como en las fiestas, los Etisbos, no disfrutan mucho (aunque, por lo menos, van), ellos buscan elevarse de otra manera. No como los Pompos. ¡Siempre los Pompos!
Ellos se ponen las alas de las letras. Toman las hojas de sus libros como verdaderos aeroplanos. Pueden viajar a extensos reinos y tortuosas princesas, a paradisíacas playas donde viven los más poderosos o, simplemente, a nadar como en algún cuento de Cheever.
Descubren que pueden vivir muchas vidas. Que pueden ser muchas personas y que pueden hacer muchas cosas. Cosas que tal vez ni se atreven a pensar fuera de un libro.
Por eso, cuando se les pregunta sobre sus intereses, ellos responden sin dudar, que prefieren el laberinto de la lectura a cualquier otra actividad en el mundo.
¡¿Para qué?! Cuando los Pompos escuchan esto piensan: ¿cómo pueden ser tan tercos? ¿Cómo pueden perderse el placer de volar al ritmo de la música? ¿Cómo pueden vivir siempre queriendo ser otros? ¡Qué poco saben de la salsa!¡Cuánto se pierden!
Lo que pasa, también piensan, es que los Etisbos, no soportan vivir en ellos mismos.
Do, Re, Mi, Fa, Sol
Son las notas de algo que a ambas especies les provoca otra absoluta diferencia.
Los Pompos descubren en la música, especialmente en la Salsa, una manera de llegar.
Cuando escuchan ese sonido empieza un dedo a moverse al compás del otro. Luego la pierna derecha e instantáneamente, la izquierda. Cada parte de su, tal vez, rollizo cuerpo, se conecta con el otro y todo en conjunto empieza a bailar. Empieza a reírse. Empieza a volar. De modo que, los Pompos, también vuelan…
Y cuando el Etisbo está en su laberinto de personajes e historias inventadas, la música que le llega de lejos, muy baja, lo ayuda a levantar un vuelo más alto aún. Mucho más cerca del cielo. Por fin, lo desconecta plenamente de la Tierra.
Cuestión de color
Por la calle, el Etisbo no quiere ser descubierto. Está siempre en esa situación de los animales que son del mismo color del lugar en el que viven. Se viste de un gris desapercibido. Como los subtes o los edificios de antaño.
¡Ni qué hablar de los Pompos! Ellos parecen las luces de un carnaval. Llenos de colores y redonditos.
En la cama o en cualquier lado…
En el sueño, ambos, Pompos y Etisbos, comparten una tensión inexplicable.
Uno por dar vueltas y más vueltas, enredado en las sábanas o en los brazos del sillón, no pudiendo encontrar un momento de sosiego y paz. Tanto color, tanto brillar, tanta emoción, embisten como un toro la tranquilidad de la noche. Es una situación tensa. Pero no se preocupan. Lo pasan muy bien de día y están convencidos de que el cuerpo no se quiere perder ese bienestar de noche.
El otro, conocedor de la oscuridad, se tensiona porque de noche quiere una luz que lo ilumine. Una luz que no vuelva más oscuro ese gris con el que anda por el día.
Su cama medio tibia no es cobijo para ese cuerpo. Pero nada puede hacer. Sabe que, de a poco, por la ventana nunca bien cerrada, entrarán los rayos de Sol y ese gris oscuro volverá a ser el gris desapercibido que tanto le gusta.
Con el ……miedo, la inseguridad de los Etisbos, se vuelve aún más evidente.
Algo que no pueden dominar y el castillo de naipes se vuela. Se cae y se des-carta.
La falta de un cálculo posible sobre todas las variables, aterroriza al Etisbo. No poder medir, no poder controlar, no poder estar seguro, hacen un agujero inabarcable, inconmensurable, una situación de difícil recuperación.
El único momento que la inseguridad de no saber lo hace feliz es cuando empieza a leer un libro. Ante el miedo, un Pompo, se vuelve más fuerte y gigante. Una ráfaga de valor se apodera y como siempre, le revoluciona el cuerpo.
Sentimientos
Una flor en primavera e, increíblemente, su color brillante, provocan una lágrima extensa en los ojos de un Etisbo.
Sensible a las mínimas bellezas, a las mínimas notas que no develen su presencia. Un Etisbo, es profundamente sentimental.
Claro que no deja al descubierto semejante flaqueza. Detesta que un Pompo se ría de él.
Enfrentar con entereza sin miedo a que se vea ninguna perturbación interna, el Pompo, anda por ahí, por las calles, mostrando su alegría, su tristeza, su risa, su baile. El parece tener un solo lado. Un solo frente.
¡Feliz coincidencia!
Uno con pocos y el otro en exceso, los Etisbos y los Pompos, tienen un gran sentido de la amistad. Ambos, crean un culto, una religión, un templo.
Entran en él y cuando quedan atrapados en ese mundo de coincidencias con otro, se sonríen y comparten felicidad.Justo cuando eso sucede, si se cruzan por la calle o en una fiesta, se saludan y ninguno mira al otro como habitualmente lo hacen.
Saben que es un gran momento. Y lo disfrutan.
Lucía Ballivián Belloni


LOS POMPOS Y ESTISBOS
Los Pompos son unas bolitas muy pero muy peludas que cambia de color según su estado de ánimo. Cuando están amarillos tienen muy buen humor, ahora si te llegas a cruzar con un pompo marrón, ¡agarrate catalina!, son los más malhumorados y diabólicos que existen. Cuentan en la tierra de Pompolandia que un pompo muy pero muy amarillo, saltaba y bailaba con muchísimo entusiasmo, de pronto pasó por el mismo lugar un Pompo marrón y !zacate¡ le metió un bife que lo hizo desteñirse muchísimo, hasta obtener un amarillo pálido, triste, casi blanco. De todas maneras, no hay que preocuparse demasiado, existe un Pompo marrón cada cien amarillos.
Ellos duermen muy poco, dos o tres veces al año, porque poseen una gran energía que la cargan cuando duermen. Para este momento todos se aglomeran, formando una gran pelota, denominada: POMPAZO. También tienen en el medio una antena y al unirlas se enciende una luz de color verde que es la que los alimenta de energía, cuando la luz se pone de color azul, quiere decir que la carga se completó.
Para reproducirse solo necesitan de la risa, pero no cualquier risa, tiene que ser una risa muy intensa, verdadera, no algo esforzado. Cada una de estas especies posee un medidor de risa llamado: midepomporisa, cuando este artefacto se pone de color negro y un Pompo lo toca con su mano izquierda, sale un hijo por entre los pelos.
Una de sus cualidades es que, por lo general, son muy amigables. Ellos siempre buscan a los Etisbos para jugar. Estos son de color gris, pelados por completo y su piel es algo blanda y húmeda. Se comenta que los Etisbos duermen uno por encima del otro, formando una gran torre vigía, que puede llegar a medir más de veintidós metros, sobre esta se encuentra el Etisbo guardián, encargado de estar siempre alerta, para cuidar a los de su especie.
La forma de reproducción es verdaderamente increíble, tan solo con unir sus dedos índices, un día de lluvia a las 18:00 horas, nacerán ocho Estibos pequeños. Los papás Etisbos deben estar muy atentos al tipo de tormenta, ya que si esta es muy intensa, pueden llegar a duplicarse la cantidad de hijos.
La noticia que moviliza a Pompos y Etisbos
La señora Etisbo, un buen día, estaba cocinando unas deliciosas pastas para su marido que llegaría de trabajar da la torre vigía. Mientras cocinaba, de manera tranquila, escuchó en la radio una noticia que la paralizó.
“Ultimo momento, alertamos a todos los Pompos y los Etisbos que va a hacechar una tormenta de meteoritos que arrasará con todo, ¡corran por sus vidas!”.
Al enterarse de horror que estaba por acontecer, las dos especies, corrieron rápidamente para reunirse en la plaza del centro. Una vez reunidos, los Pompos empezaron a sugerir: “tenemos que escapar de este aquí, comenzar otra vida, lejos del peligro que nos asecha”.
“de ninguna manera”, advirtieron los Etisbos. “Este es nuestro lugar, aquí nacimos y aquí moriremos si es necesario”.
De esta manera, los Pompos huyeron a una galaxia muy lejana y comenzaron una nueva vida. A diferencia de esto los Etisbos se quedaron en su zona natal y sufrieron la lluvia de meteoritos. Afortunadamente, nadie se murió y esto dio fuerza a todos los Etisbos para reconstruir su galaxia querida.
Reunión de Pompos y Etisbos
Los Pompos y los Etisbos se reúnen una vez al mes para festejar su existencia. Las dos especies llevan al lugar de encuentro distintos tipos de alimentos.
En general, la reunión es al aire libre, eso es así porque a los Etisbos no les gusta organizar tertulias en lugares cerrados, les da repugnancia respirar el mismo aire que otras especies.
Al llegar al lugar de encuentro despliegan sobre el mantel, todo tipo de exquisiteces. Al comer los Etisbos lo hacen con gran delicadeza, examinan con detalle lo que ingieren, comen muy despacio y poco. Mientras estos conversan observan minuciosamente a los Pompos, que a diferencia de los anteriores devoran todo lo que se cruza ante ellos. Esta situación genera que los Etisbos se irriten, pero luego de un momento todos siguen disfrutando del festejo.
Diferentes intereses
Un día un Etisbo estaba leyendo un libro de historia, bajo la sombra de una planta, de repente vino un Pompo saltando y bailando con alegría, y cuestionó:
P: “Leer es aburrido, lo único que a mi me divierte en la vida es bailar”.
E: “Pero si solo te dedicas a eso nunca sabrás de la maravillosas historias que ocurrieron en nuestro mundo”.
P: “Y tu te perderás del placer divino que es el baile”, contestó este Pompo bailando con entusiasmo.
Luego de esto, se quedaron los dos en silencio por un momento, entonces el Pompo dijo:
P: “Quiero que me enseñes de las cosas que ocurrieron el nuestro planeta, y yo te enseñaré a bailar”.
E: “de acuerdo”, respondió el Estisbo, y se envolvieron en un abrazo cálido y enternecedor.
Pasada una semana estos dos se encuentran nuevamente, solo que con los roles invertidos, al que le gustaba bailar, solo quería leer y al que le gustaba historia solo bailar.
Al agua Pompos y al agua Etisbos
Al ingresar al baño, usted se dará cuenta si allí se baño un Pompo o un Etisbo, ya que lo dejan en condiciones completamente diferentes. Si estuvo un Pompo, se encontrará mojado, con pelos por todas partes y con los potes de líquido limpiador tirados. Contrariamente, si se bañó un Etisbo, todo estará limpio y reluciente. Los Etisbos se bañar sumergidos en el fondo del agua, pueden pasar varias horas ahí debajo, es un momento de relajación y paz. A diferencia de eso, los Pompos no paran de chapotear, y no se bañar uno a uno, lo hacer todos juntos, amontonados.
Gota de amor
Un día muy lluvioso, un Etisbo se sentó frente a su ventana para contemplar a la lluvia, no era una lluvia cualquiera, ya que eran baldes de agua enormes que caían del cielo. Luego de unas horas, había comenzado a gotear y el Estisbo, más cercano al ventanal, comenzó a contemplar. Observaba a cada una de las gotas deslizándose por su ventana. Pero apareció una gota que enamoró por completo al Etisbo, entonces pegó un gran salto hacia la ventana, allí quedó pegado para acompañar a la gota en su recorrido. La gota por fuera, el Etisbo por dentro, los dos deslizándose por la ventana y entre ellos un frió vidrio al cual odiaban.
Mientras viajaban el Etisbo le comentaba: “se que lo nuestro durará muy poco, en unos instantes te fundirás con tus hermanas”, la gota, que lo miraba profundamente enamorada, no pudo emitir palabra, ya estaba hundida junto a sus hermanas. Entonces el Etisbo abrió su ventana y se baño en el charco donde había fallecido su amada.
Julieta Merlo


LOS CEO
¡Oh, gran hombre CEO! Los envidiosos te endilgan que no tenes vida, que vivís estresado y no descansas nunca. Pero pocos saben el placer que sentís cuando el balance da positivo, cuando hay superávit y cuando se logran los objetivos. Te endilgan que solo miras el exterior de las personas. ¡Grave error! Si vos SOS una de las personas mas atentas al ser interior Si vos acudís a congresos internacionales de los grandes gurues financieros! Ellos no dicen como vestirse, míralo a Bill Gates por ejemplo!! También te acusan que sos elitista y snob. Pero el CEO no tiene motivos para ir sin vidrios polarizados y guardaespaldas. El CEO no puede perder el tiempo hablando con las personas comunes, pero que paradoja si supieran que estas pensando todo el tiempo en ellos. Para que consuman mas, para que se entretengan, para que sean enriquecidos visualmente. Te califican de solo ser un buscador de debilidades ajenas pero los mismos que te acusan, desconocen de valor estratégico, visión de los negocios y liderazgo.
Ellos no saben que CEO no se hace, se nace!
Cierta vez, luego de salir del gimnasio, un CEO se vio envuelto en una situación crucial. Había paro de taxis y se vio obligado a viajar en colectivo. Maldijo al mecánico por no cumplir con la entrega de su auto, como asi también a los sindicalistas por existir. Después de tantos años volvería a tomarse un colectivo pensó, y se alegro que la suerte estaba con el ya que rápidamente llego uno . Pero al subir se encontró con la sorpresa que el chofer le pedía monedas, intento darle el billete pero este se negó. Al descender se dirigió a un kiosco a conseguir monedas pero en todos lados solo le cambiaban si compraban una golosina. Este momento tan gris para nuestro CEO lo hizo recordar las enseñanzas de un libro de marketingdotecnia Zen que estaba leyendo aconsejado por la revista BrokerBussinesFilosophy, en ella se referían a la calma antes de la tormenta y como actuar en momentos difíciles que requieren una decisión. Entonces nuestro CEO se demostró a si mismo que en las momentos mas difíciles es donde los grandes hombres tomas las decisiones correctas y no pueden equivocarse, y en una muestra de ingenio, ahorro y astucia decidió ir corriendo las diez cuadras que lo separaban de su casa.
En la crianza de sus hijos un CEO con su primer hijo experimento una idea que se le había ocurrido diseñando los objetivos anuales de su empresa. Pensó que a la persona que más va a querer en el mundo, la tiene que preparar para que no fracase. Entonces desde pequeño todos los actos que llevaba a cabo eran interpelados no como padre-hijo sino de acuerdo a una relación empleado-jefe donde la empresa era la familia. Cada llegada tarde afectaba su presentismo, tenia también objetivos a corto y largo plazo, etc. A su vez el CEO quiere escribir un libro sobre la experiencia para ser un ejemplo y guía a seguir con los papas CEOS del mundo.
Cierta vez un CEO fue al cine con una chica que le gustaba, apenas se sentaron el CEO comenzó a observar (como hace siempre) las salidas de emergencia y la seguridad del lugar. Noto que el cartel luminoso indicando la salida de emergencia no estaba debidamente iluminado. Pero pensó que estaba todo bien y debía olvidarse del asunto. El dialogo con su amiga era fluido y sustancioso pero el notaba que se sentía incomodo, y como todo CEO pensó que todo tenia que ser supervisado por uno mismo si quiere que salga bien. Se excuso de ir al baño pero nuestro CEO salio de la sala para hablar con el personal que le informo lo que el sabia que le iban a decir, pero el CEO siempre tiene que hacerle caso a su voz interior si piensa que algo anda mal. Entro nuevamente a la sala ya que la película había empezado, pero en vez de ir a su asiento fue directo a las puertas para probar si se abrían, lo cual provoco que se activen las alarmas y la película fuese parada. El CEO se quedo tranquilo ahora, se saco una espina. Lo único que lo enojo fue que la chica se fue sin saludarlo y no le agradeció que haya velado por su seguridad.
El CEO miro en un programa de televisión de la CNN sobre la importancia de mezclarse entre la gente común para siempre tener presente hacia donde no tenemos que llegar y como viviríamos si fracasáramos en los negocios. El CEO fue un domingo por la mañana a comprar facturas, le molesto mucho que todas las personas hablen con las vendedoras de cuestiones personales, programas de televisión, y nimiedades varias. Pensó todo el tiempo que se perdía y en las futuras perdidas. Se olvido de las facturas y el desayuno de la mañana y rápidamente se contacto con sus asesores para convocarlos a una reunión sobre la utilización del tiempo laboral. Sus asesores, unos CEO juniors no dudaron en dejar sus actividades dominicales para sumarse a la reunión. Ellos tienen inculcado que la empresa es lo primero. Por eso van a ser CEO.
Martin Bustamante
Leer los trabajos del curso

TP Nº 4 MICRORRELATO

Escribir relato breve a partir de una de estas 3 propuestas:
• Yo tengo un elefante que se llama trompita/Y que mueve las orejas llamando a su mamita/Y la mamá le dice/Portate bien trompita/Si no te voy a hacer/Chas chas en la colita.


• Supe que era malevo/lo quise con locura/sufrí por su ventura/con santa devoción/Ahora, aunque me faje/purrete arrabalero/ya sabe que lo quiero/con toda mi ilusión/y que soy toda suya/que suyo es mi cariño/que nuestro será el niño/obra del metejón.
• La Gloria de un hombre es el saber, la gloria de una mujer es renunciar al saber


El elefante Trompita, cansado de llamar a su mamita y siempre ligar una paliza, decidió portarse bien. Desde ese día colapsaron de berrinches los jardines de infantes, porque no hubo forma musical alguna de hacerle chas chas al bueno de Trompita, y los infantes dejaron de identificarse con el ahora santo elefantito. ¿Cómo hacen ahora algunas maestras para amenazar en forma civilizada a sus alumnitos? No lo sabemos.
Rodolfo Mendizábal

“Yo tengo un elefante que se llama Trompita…”
Yo tengo un elefante que se llama Trompita que mueve sus orejas, intentando volar, se sube a las paredes, se sube por los techos, y serio a las palomas parece saludar.
Por fin una escalera,
por fin una terraza,
tirarse para el cielo con alas de cristal,
pero cae en la calle, la sangre se derrama,
y dicen los que pasan: -¡Se ha engañado uno más!

Guillermina Sofía Limonta

Yo tengo un elefante que se llama Trompita, le pega a sus amigos, la muerde a su hermanita.
Le dicen todo el tiempo que eso está mal, lo retan, lo castigan, él muy triste está.
Este pobre elefante no puede tolerar, que a él le peguen siempre y el no pueda pegar.
Mañana a la escuela con un arma irá, los va a matar a todos. Muy feliz estará.

Magdalena Rodriguez


“¿Por qué me dejaste mi lindo Julián?
Ahora, aunque me faje, purrete arrabalero, ya sabe que lo quiero”.
-¡Qué me va a querer! Si la fajo duro con el cuero y me dice: por tus golpes muero”.
¡Si fuera una mujer derecha me hubiera encendido la mecha y me hubiera hecho explotar!
Lucía Ballivián Belloni
Leer los trabajos del curso

TP Nº 5 LAS DOS LOGICAS

Escribir un microrrelato de cada uno de estos relatos breves: ¿Por qué hubo quema de brujas y no de brujos? de Ana Maria Bertolini, “Cortisimo metraje” de Julio Cortazar, “La Oveja Negra” de Augusto Monterroso y "Para mirarte mejor" de Juan Armando Epple.

Microrrelatos basados en “La oveja negra” de Monterroso.

Cuando el poeta fue ejecutado por despierto, el juez le dijo que estar despierto es una amenaza al orden social, ahora pasaras a estar dormido, le dijo, dormido como se debe estar, como dios manda, le dijo.
Cada ves que veo la estatua del poeta recuerdo esas palabras, esas palabras de esa justicia equivocada, de esa sociedad equivocada, por suerte hemos evolucionados y éste, nuestro mártir, el poeta despierto, nos despertó de ese sueño de barbarie y nos guía en la senda correcta. Esto me da el animo necesario para hacer cumplir la ley… morirás esta noche, le dije al acusado, morirás por dormido, eres una amenaza social y lo sentencie a la horca.
No me hiere de remordimiento el mandar un hombre a la muerte, cumplir la ley es mi objetivo, justicia es mi objetivo, la sociedad lo demanda y yo duermo en paz.
Raul Sosa

La Oveja Gris
En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.
Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecía ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.
El problema surgió un día que nació una oveja gris. El dilema fue tremendo.
¿ La mataban o no la mataban?. ¿ Y si resultaba ser buena? ¿ Y si era de las mejores escultoras del mundo?.
La Corte Superior Ovejuna decidió darle una oportunidad.
La sentencia fue la siguiente: si esta pequeña oveja gris logra demostrarnos que tiene dotes para la escultura su vida será perdonada.
Dejaron a la pequeña oveja gris con un gran trozo de piedra un martillo y un cincel y le dijeron: - En exactamente dos horas volveremos para ver que has logrado hacer.
Al cabo de dos horas los jueces de la Corte Superior regresaron y quedaron pasmadas al ver la escultura del David de Miguel Ángel tallada por la pequeña oveja.
Obviamente decidieron perdonarle la vida. Es más. Hoy en día es la escultora más importante del mundo.
Las cosas son distintas ahora en el país ovejuno. Antes de ser pasadas por las armas todas las ovejas pasan por la misma prueba que su compatriota gris.
Después de todo hoy las leyes son justas y todas deben tener los mismos derechos, ¿no les parece?.
Magdalena Rodriguez

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra. Fue teñida.
Un siglo después, el rebaño quedó muy conforme con la calidad de la tintura utilizada para esta oveja, todavía seguía blanca.
Así, cada vez que nacían ovejas negras, eran rápidamente teñidas de blanco, para que las futuras generaciones de ovejas comunes pudieran ejercitarse en la estética.
Es así que poseen la cadena más grande y conocida de teñidos de ovejas, y ¿quieren saber algo?: en realidad existen muchas ovejas negras, solo que no las ven porque han pasado por este centro de belleza.
Julieta Merlo

El Director del comando Muerte a la Oveja Negra, agradeció el honor que le hacía el Presidente.
Durante el último siglo había llevado a cabo su función sin titubear.
Jamás le tembló el puño cuando hubo de empuñar un arma para fusilar o una lapicera para sentenciar.
Cierta noche cuando estaba por acostarse vio a su mujer totalmente oscura. La tuvo a punto y disparó.
Ella le gritó:¡NO!
Cuando vinieron a buscar el cuerpo y enceguecerlo los flashes, pudo escuchar:
-¡Qué bonito vestido rojo llevaba puesto!
Él la miró nuevamente. Se había equivocado.
Él no reconocía los colores.
Él vivía inmerso en ése gris mundo de los daltónicos.
Todo son gamas blancos, negros, grises. A lo sumo verdes…
Y, justo en ese momento, como flashes, lo enceguecieron todas las ovejas que había matado.
No eran negras. Eran oscuras.
No tuvo ni una certeza más.
Lucía Ballivián Belloni


Microrrelatos basados en ¿Por qué hubo quema de brujas y no de brujos? de Ana Maria Bertolini

Si, solo mataban brujas, brujos no. Así lo afirmaban viejas leyendas.
Cuando surgió la Imprenta, a fines de la Edad Media, aparecieron publicaciones, acerca de lo que acontecía con respecto a la quema de brujas.
Se leía: “Cientos de Brujas son incineradas en la Plaza Central”.
Las mujeres, que por aquellas épocas eran brutalmente sometidas a la voluntad de los hombres, un día cualquiera decidieron formar una logia, “Las vengadoras”, fue el nombre elegido del grupo. Se juntaban tres veces por semana, o cuatro, se cultivaban en las artes de las brujerías y demás hechicerías, todo con un solo objetivo, encontrar la forma de castigar duramente a los hombres, darles una lección, que jamás olvidarían.
Pasado un tiempo, tras varias charlas debates, seminarios, conferencias, etcétera, a las cuales acudían brujas capacitadoras de otras aldeas y pueblos cercanos, decidieron que la venganza en cuestión, tendría que ver con que los varones, pasaran por alguna experiencia, que solamente las mujeres conocemos.
Acuerdo previsto: Día lunes 22 de mayo, hora 19: 00 , todas las señoras, servirían a sus concubinos, el “Brebaje Correctivo”, una suerte de sopa, aroma y apariencia irresistibles. Las próximas víctimas tomaron con placer indescriptible el “Elixir de la Venganza”.
Meses después aparecieron síntomas del envenenamiento. Náuseas, dolores en zonas abdominales, calambres nocturnos, hinchazón de piernas, y otros padecimientos.
Panzas crecían, dentro de las mismas algo estaba vivo.
Sin previo aviso, ni juicio, para poder defenderse, brujas fueron secuestradas y arrojadas a las llamas.
El pueblo, y aldeas aledañas, sin población femenina, hasta que nuevas vidas nacieron, algunas de ellas, futuros centros de la revancha que se tomarían los varones, por haber sufrído el despecho femenino.
Guillermina Sofía Limonta

¿Será porque puedo engendrar hijos y ellos pueden ser como yo?
Pero sin un hombre no los podría concebir.
¿Será porque soy libre de ir donde quiera y no estoy enclaustrada en un monasterio?
Si yo quisiera vivir con ellos para adorar y aprender de su Dios no me dejarían.
¿O será porque ayudo a muchas mujeres que tienen temor de traer a este mundo dominado por hombres una hija mujer?
Espero que en el camino a la hoguera alguien me lo pueda explicar
Martin Bustamante

Como siempre, la culpa es de las mujeres.
Si la comida no esta rica, si la casa no esta limpia, si la ropa no esta planchada.
¿Acaso los hombres no tienen manos para hacerlo ellos solos?. No, cierto que solo las tienen para manejar el control remoto.
Y no crean que esto es noticia nueva, claro que no, viene desde antaño, donde la culpa de todo era de las brujas y no de los brujos.
Ellas eran las causantes de todos los males. Si no prosperaba la cosecha, si no llovía por meses, si no nacían sanos los niños, la respuesta era siempre la misma: - ¡ Fueron las brujas !
Cada vez que algo de esto sucedía se prendía una gran hoguera y cuanta bruja era encontrada se convertía en cenizas.
¿Quieren saber por qué no estaban sus fieles maridos brujos para defenderlas? La respuesta es muy simple, la quema era siempre los domingos cuando ellos estaban en la cancha del pueblo viendo algún partido de fútbol.
Y si... los brujos no eran quemados porque nunca hacían nada, ni siquiera defender a sus mujeres.
Magdalena Rodriguez

¿Por qué, si había brujos, se les endilgaba sólo a ellas una supuesta comunión con el Diablo?
Y esa pregunta que me hizo un día mi hermana en sangre, mientras me llevan atada de pies y manos y con una letra escarlata sobre mi pecho, me taladra el alma. Me suena como canto de sirenas. Como embrujo del cual no puedo escapar.
Ésa noche, cuando el reverendo se fue corriendo de mi cama después de haberme recorrido como si fuera una Biblia, chupándome por los bordes, fue la noche del fin.
Él lo descubrió (y me cubrió). Llegaba de trabajar en la mina todo el día. A mí me gustaba el color negro. No el de su cara si no el de la sotana.
Por gozar y gemir, me llamaron “bruja”, “hereje”, “hechicera”.
No por clavarle en el centro de su corazón esa cruz de infierno.
Me alegro de verle la cara a Dios.
Llegué al Paraíso por haber matado a su cordero infiel.
Estoy más viva que nunca.
Eso ellos no lo saben.
Lucía Ballivián Belloni

Microrrelatos basados en Cortisimo metraje” de Julio Cortazar

Primero sentí su mirada que se me clavaba en la espalda, luego la punta del cuchillo en la cintura, un brazo me rodeo por los hombros y una vos grave y cruel dijo: ¡si gritas te mato!, alguien que cruzaba la esquina en ese momento miro con curiosidad, mi vos y mi llanto fue tapado por su vos ¡no llores, no grites, te mato! mientras la punta pinchaba, su mano apretaba mi hombro y me guiaba, brusco, hacia la oscuridad de la noche y de mi vida, el alguien que cruzaba la esquina se fue nomás, como se me fue la que fui hasta ese momento. Su mirada se cruzo con la mía y en la oscuridad pude ver ese fuego atroz que me miraba detrás de sus ojos. El golpe que me llego de sorpresa en la mejilla izquierda me tiro al piso, ¡¡¡no grites puta por que te matooó!!! El llanto me venia cortado ¡mamá!¡papá!¡Carlos!¡ayúdenme!...me dio vuelta en el piso, mi mejilla se raspaba contra la vereda, su mano fuerte en mi nuca prisionera… el dolor del desgarro que me produjo su sexo me paralizo el corazón, el tiempo paro, no fui mas yo, no fui mas nada, me despertó su grito de placer o de guerra, que invadió la noche e invadió mis sueños, luego se fue, pero yo no me di cuenta que se fue, no se cuanto tiempo estuve tirada, mirando el adoquín de la calle.
La denuncia en la comisaría nació sin pies y en el hospital me curaron todas las heridas menos una, doy gracias por esa herida…sí, doy gracias por ella…doy gracias por que esa herida permanezca hasta hoy, esa herida es mi demonio y mi dios, es mi fuerza y mi justicia…
He elegido la 22, porque la 22 es liviana, fácil de llevar y de cerca es la mas eficaz, con los primeros preferí a 30 centímetros de la cien o la nuca, pero ahora prefiero que me vean a los ojos, de frente y me supliquen mientras sus órganos sexuales desaparecen por las balas y que se desangren lentamente gimiendo, llorando, eso me gusta, ellos expían sus pecados, yo…yo soy su ángel, su juez…soy una gata solitaria en medio de la noche.
Alguien me levantará en su coche esta noche, alguien lleno de lujuria y perversión… seré su ángel, su juez…permiso, voy a prepararme para la ocasión…
Raul Sosa

Las distancias en la patagonia son muy grandes, largos trechos sin vida con un paisaje austero y hermoso. Treinta kilómetros lo separaba a Luís de su pequeño pueblo en esa fría noche. Al estar más de cinco horas haciendo dedo sin éxito, enorme fue su alegría al ver que un auto comenzaba a bajar la velocidad para llevarlo. Mucho mayor fue la sorpresa cuando descubrió que una hermosa mujer iba a ser su eventual chofer. Ella comenzó a darle charla y lo que al comienzo eran palabras inocentes y rutinarias, fueron transformándose en conversaciones obscenas. El no tuvo reacción cuando la mano de ella se poso sobre su rodilla y comenzó a subir lentamente, y se quedo sin palabras al ver que el auto tomaba un atajo en el oscuro bosque. Pensó que estaba viviendo la mayor fantasía de un hombre pero había algo que no le gustaba, que lo incomodaba. El auto seguía con rumbo incierto al igual que sus pensamientos. No tenia novia por lo cual no iba a poder ser acusado de infiel, pero lo incomodaba estar obligado a hacer algo que no quería. Pensaba que si se bajaba del auto en este momento tampoco iba a ser el fin del mundo o la muerte de nadie. Pero se imaginaba las burlas de sus amigos acusándolo de cobarde, lo cual podría tomarlo en broma. Pero también pensaba que si no hacia lo que tenia que hacer, el rumor sobre su dudosa hombría correría en el pueblo mas fuerte que el viento sur. Cuando el auto finalmente paro en las entrañas del bosque, Luís no desafió a las normas sociales e hizo lo que tenia que hacer, y paso lo que tenia que pasar.
Martin Bustamante

Automovilista en vacaciones recorre las montañas del centro de Francia, se aburre lejos de la ciudad y de la vida nocturna. Muchacha le hace el gesto usual del auto-stop, tímidamente pregunta si dirección Beaune o Toumus. En la carretera unas palabras, hermoso perfil moreno que pocas veces pleno rostro, lacónicamente a las preguntas del que ahora, mirando los muslos desnudos contra el asiento rojo. Al término de un viraje el auto sale de la carretera y se pierde en lo más espeso. De reojo sintiendo cómo cruza las manos sobre la minifalda mientras el terror poco a poco. Bajo los árboles una profunda gruta vegetal donde se podrá, salta del auto, la otra portezuela y brutalmente por los hombros. La muchacha lo mira como si no, se deja bajar del auto sabiendo que en la soledad del bosque. Cuando la mano por la cintura para arrastrarla entre los árboles, pistola del bolso y a la sien. Después billetera, verifica bien llena, de paso roba el auto que abandonar algunos kilómetros más lejos sin dejar la menor impresión digital porque en ese oficio no hay que descuidarse.
El auto: sin llaves, éstas aprisionadas en la mano del dueño, no las larga, “rigor mortis”. Busca tijera, encuentra tenaza, una “guantera bien surtida”, quizás mecánico.
Dedos de mierda, no aflojan ¡Las llaves!
Se escuchan: sirenas, camiones, cámaras ¡Todo se pudre! Aparece constancia de inscripción Dakar.
Guillermina Sofía Limonta

Puede salir corriendo sin escándalo y sin camino.
Entonces empieza a correr y en la primera zancada, hunde el pie en un fango marrón cuasi líquido cuasi verde. Lo mira y le dice: ¡qué asco! Sigue corriendo. Empieza a tararear una canción de la infancia “Al din don de la poli, politaña, un camión que viajaba por España…” Sigue corriendo. Empieza a desvestirse. El saco de piel sintética, la musculosa rota de antes pero tan a la moda, el corpiño, la minifalda, esa tremenda minifalda que le desnudaba los muslos en el auto, tira el zapato (el otro había quedado en el fango). Sigue corriendo. Va gritando, cantando, riendo. Sigue corriendo y, de repente se acuerda. Se da vuelta y lo vuelve a mirar. Él también está corriendo. No la corre a ella. Está escapando de su marido. ¡Hay que joderse, se acabó!

Lucía Ballivián Belloni

OTRO ROUND
Mañana del 6 de febrero de 1999. Cyntia peluca rubia anteojos negros piel muy tostada. Salió de la cabaña que había alquilado con Oscar antes de que empezara la temporada veraniega, en una de esas ciudades serranas cercanas a los arroyitos, el verde, los pajaritos que buscan ejecutivos, empleados medios y altos de las megas corporaciones. Allí siguen haciendo negocios.
Estacionó el auto azul modelo 98. Caminó hasta el camino de los artesanos, recorrida siempre por los arriba mencionados en busca de algún objeto para etiquetar mostrar olvidar.
Un tipo de mediana edad, de los que están solos (quizá para hacer un alto en tanta agenda familiar) subió a su 4x4 para retomar la ruta. Cyntia se le acerca pasás por Santiamén, sí, podés alcanzarme, subite.
La mini se Cyntia se deslizó lenta por el asiento delantero, olor a lavanda qué bueno, te gusta, sí, me llamo Walter, Eva, la serpiente manzana pecado paraíso perdido, sí rió Cyntia y su mini.
Cigarrillos música bebidas frescas en la 4x4. Cyntia fumaba se reía tarareaba.
La 4x4 salió de la ruta, no es Santiamén, no pero te va a gustar el lugar. Risitas de Cyntia,
un bosque aún muy verde, sólo cotorras calandrias jilgueros. Mano de Walter busca la mini debajo, no quiero, sí querés putita. Abre la puerta y empuja. Cyntia salta, gira, el bolso, una pistola 9 milímetros. Un cuerpo y sangre en el bosque.
Cyntia fue con la 4x4 hasta Aleluya. A Oscar, el tipo se quiso pasar le disparé, otra vez nos vas a complicar. Taller mecánico, nuevas patentes y papeles en orden.
Además, este oficio requieren siempre comisarios amigos.

ULTIMO ROUND
Mañana del 6 de febrero de 1999. Buenos Aires, partido de San Fernando. Una villa. En el número 57 de la calle General Pinto, esquina French, entraban dos patrulleros: En el móvil 12.179 el sargento Héctor Eusebio Sosa, alias "El Paraguayo", y los cabos Gabriel Arroyo y Juan Gómez. Y en el 12.129, el cabo Ricardo Rodríguez y Jorgelina Massoni, "La Rambito"
El sargento Héctor Eusebio Sosa, entra a la casa, patea la mesa donde estaban escondidos los jóvenes, con su pistola 9 milímetros apunta. Un grito: –¡No tiren, nos entregamos! "No, no, no". La pistola 9 milímetros lo fusila.
Comenzó a llover. La noticia corrió por las villas cercanas. A la media hora casi mil personas rodeando a ese chico muerto con la cara destrozada, y ciento cincuenta uniformados. Llegaron los carros de asalto, la infantería, el Grupo Especial de Operaciones, los perros rabiosos de la bonaerense, los escopetazos policiales.
Una chica de la villa: "Justo donde estaba había un agujerito y pude ver cómo lo sacaban y cómo los hijos de puta se reían y gozaban de lo que habían hecho. Los vigilantes lo sacaron destapado, como mostrándoselo a todo el mundo... no lo sacaron como a cualquier cristiano. Yo lo vi, vi las zapatillas que en la planta tenían grabada una "v" bien grande."
Víctor Manuel “El Frente” Vital. En los cuatro últimos años había vivido del robo, lo que obtenía lo repartía entre la gente de la villa: los amigos, las doñas, las novias, los hombres sin trabajo, los niños. “El Frente”, santo laico.
De: “Cuando me muera quiero que me toquen cumbia”, Cristian Alarcón
Alicia N. Lorenzo

Pobre mujer
Durmiendo en su cama, una noche de verano, estaba Alfonsina. La ventana quedaba abierta para que le entre un poco de aire a su cuarto. Ella vive en Francia, lejos de la gran ciudad. Alfonsina no tiene madre ni padre, ellos la abandonaron cuando era un bebé, tampoco hermanos, apenas sabe de un tío, pero este la desprecia. Esta mujer a su despertador lo programa de madrugada, cerca de las 5 de la mañana.
Medias de red negra, remerita escotada y minifalda, este es el uniforme que ella todos los días se pone para trabajar. Además de todo esto lleva algo necesario: un arma, fue lo primero que compró cuando empezó a trabajar de esto.
Ella había escuchado por la radio, sobre una violación y el asesinato de una joven prostituta, ocurrido cerca de su casa, es por eso que tomó la decisión de comprar el arma. Además de esto, Alfonsina se había informado sobre las características de este asesino, color de su auto y patente.
Ya parada en la carretera, observa a un automóvil, le hace el gesto usual de auto-stop. Al subir al auto, este enseguida se desvía de la carretera y se pierde en lo más espeso, ella tiene terror.
Unos minutos después, junta valor y le pega un tiro en medio de la sien, sabiendo que había hecho justicia y el asesino no iba a volver.

Julieta Merlo

Relato accidentado
Lindo día. Chica nueva en escuela entra con confianza. Tropieza con escalón de entrada. Trata de disimular. Chicos se ríen.
Acerca tímidamente a oficina de director. Presenta y pide instrucciones. Rompe florero de codazo. Director no a gusto.
Chica nueva sonrojada dirige hacia aula de clase. Choca con chico hermoso, es mirada con cariño.
Llega a aula. Trata de sentarse y cae de silla. Risa general de grupo. Chico hermoso se acerca para ayudar. Sigue mirando con cariño.
Clase de biología. Chica nueva rompe vidrio de microscopio. Para prevenir enfado de profesora, chico hermoso oculta problema.
Chica nueva y chico hermoso salen de clase. Chica nueva tropieza con escalón otra vez y casi cae. Chico hermoso ataja, da abrazo y beso.
Chica hermosa sonrojada feliz de primer día. No importa haya sido accidentado.
Magdalena Rodriguez


Sobre texto de Castañon: “un día llegue de noche al pueblo…”

“no te justifica señor juez el haber encontrado tu alma, ni las leyes que defendiste te justifican, ni la sociedad que te aclamó, ni siquiera…ni siquiera las razones que tu intelecto esgrimieron para justificar tus actos. No, no te salva el no haber tenido alma en esos momentos. Eres las ejecuciones que tu pluma firmo, eres los desahuciados que no defendiste, eres el hambre y las lagrimas que ignoraste de buena fe. Ahora que tienes alma caminaras por la vida con el peso de tus acciones sobre ti, juez…tu alma es tu juez, eres responsable hasta el ultimo aliento de tus acciones y tus palabras, ahora vete.”
Esas fueron sus ultimas palabras y me dejaron ir, luego de esos extraños sucesos, he vivido con la conciencia al acecho y si bien no pude remendar mis errores pasados, hice lo posible en el transcurso de estos años, por que mi alma y mi conciencia decidan en mi vida el camino, hoy ese camino me puso del otro lado de la justicia que un día abrace, del sistema que un día defendí y aunque hoy los grilletes que arrastro me pesen, camino hacia el patíbulo por primera vez como un hombre libre…ya la muerte no me asusta, el alma esta conmigo…
Raul Sosa


Microrrelatos basados en "Para mirarte mejor" de Juan Armando Epple

Caperucita en rojo
Fui tuya unos instantes y todavía siento que te pertenezco. En ese momento te hice pocas preguntas. Me respondiste de manera increíblemente ingenua.
Yo ardía. Vos pensabas en otra cosa.
Entre las piernas todavía siento un enjambre furioso. Pero lo único que recibí de tu parte fueron pobres, débiles jugos gástricos. Ni daño me hicieron.
Ese día no entendiste nada y me figuro que seguirás sin entender. Tus ojos no cambiaron. Tu mirada tampoco.
Yo sí cambié. Con los años preferí bestias sin vueltas. Preferí alimañas sin sutilezas antes que animaluchos de medio pelo. Pero te lo repito: todavía te pertenezco. Podés hacer conmigo lo que quieras, con o sin capucha, con o sin sábanas. Cerca o lejos de los caminos, en los yuyos o en el dormitorio. No me importa.
Respondeme.
Tuya. C.
Rodolfo Mendizábal

Caperucita, el lobo y el hombre.
Hay lobo, lobo, el mismo bosque, la misma senda, hoy que te busco para mitigar la soledad ¿Dónde estas?, ¿serás este sin dientes, encorvado, sin pelos? Ya no causas miedo, solo afecto…ven, siéntate a mi lado ya que por fin nos entendemos…¿si nos hubiésemos entendido antes?...
Los veo de entre los arbustos, están sentados, hablando en vos baja y suave, alguna risa de ves en cuando, el canto de los pájaros y el choque de las ramas por el viento esconden el ruido de mis pasos en la tierra, me acercó lentamente por detrás, los años de perseguirlo me enseñaron el silencio del asecho, también me convirtieron en lobo, por fin lo encuentro con la guardia baja, mi mano empuña con destreza la empuñadura, el hacha que se eleva, el filo cae pesado sobre su cráneo, el golpe seco, la muerte rápida, la sangre que corre por el piso y salpica la cara de horror de ella que se paraliza en un grito que no sale. Yo canto victoria, el hombre a vencido, el bien a vencido.
Ella llora.
Raul Sosa

Aunque te aceche con las mismas ansias, rondando siempre tu esquina, hoy no podríamos reconocernos como antes. Tú ya no usas esa capita roja que causaba revuelos cuando pasabas por la feria del Parque Forestal, hojeando libros o admirando cuadros, y yo no me atrevo ni a sonreírte, con esta boca desdentada.
Lo último que supe de ti, es que te habías puesto de novia con Pinocho, ja, que tipo chamuyero ese, seguro te hizo el verso del “Príncipe Azul” y te conquistó.
Tengo curiosidad, mmm, que habrá sido finalmente de ti, ya sé te buscaré en el Facebook.
Lobo viejo, sentado frente a ordenador, inicia su búsqueda. Como dicen por ahí, “El que busca encuentra”.
Había fotos ¡Pero estaba igual que siempre! ¿Cómo puede ser? ¡El tiempo no ha pasado para ti!
Foto en la playa, bikini amarilla, cintura de avíspa, trasero de manzana.
Lobo piensa: ¡Quiero verla! Pero mi foto da lástima. Arrugado, poco pelo, el aspecto voraz ya no está. Ya sé, Fotoshop, me ayudará.
En la foto el lobo volvía a ser un veinteañero, viríl, espalda ancha.
Mail va , mail viene, llega el día del gran acontecimiento.
La cita era en la casa de la abuelita, deteriorada, plantas descuidadas, olor a humedad, muebles despintados, aunque la magia aún se podía percibir.
Llega Lobo primero, espera, ansioso, prende cigarrillo, da vueltas, la ve caminar, llegar, aproximarse. Caras enfrentadas, expresiones de desilusión, lo visto en las imágenes virtuales, no era lo esperado…
Guillermina Sofía Limonta

Viejo fané descangayado, solo flaco desteñido, dos cuartas de cogote
cascajo,
una percha como pilcha
chueco
bajo la nuez
deshecho

Lobo desdentado / ciego / cuero picoteado / sordo / vestido de pebete / tartamudo
Roja mi caperuza te conquistó
roja mi caperuza te relamió.
Recuerdo cuando piantaste al leñador
y con mi abuela te diste un atracón

Hoy tengo mi caperuza desteñida
Mis dientes no son blancos
Ni de mi boca salen palabras finas
Hay luna
Juguemos en el bosque
Ya queda poco de vida.
Alicia N. Lorenzo

Caperuzota y el lobo
Y así todo terminó. Ya no piensas en mi como lo hacías antes, auque me ponga la caperuza que de hecho esta llena de pelusas, no estas más pendiente de mi, ni de mis pasos, esos que te hacían desearme, anhelarme. Ahora tengo 50 años y por un par de cirugías he pasado. Labios carnosos, pechos voluptuosos, pelo amarillo y sedoso, hasta un par de kilos más podrías saborear, sin embargo muy viejos estas.
Cuando tiembla la tierra ¡BUM, BUM, BUM!, es porque ella se acerca, no para de provocarme, no se da cuenta que ya no me atrae. Lo que más me da asco es cuando viene salticando, esos dos melones se le van a ir de las manos y esos labios que por mil bocas han pasado, ¡hajjjjjjjj! Es verdaderamente un asco, pobre del chabón que se la este morfando.
Ella no es como antes, angelical, eso si que era sensual y me hacia desvelar, no paraba de idear planes para poderla atrapar.

Julieta Merlo

“Aunque te aceche con las mismas ansias, rondando siempre tu esquina, hoy no podríamos reconocernos como antes. Tú ya usas esa capita roja que causaba revuelos cuando pasabas por la feria del Parque Forestal, hojeando libros o admirando cuadros, y yo no me atrevo ni a sonreírte con esta boca desdentada”…
…que deja escapar aire entre sus huecos.
Vuelvo a la 25ª edición de la Feria.
Ha pasado tiempo. Nos han convocado. Mis ansias se cumplen.
Te veo llegar y mi corazón revuela mi propio cuerpo.
-¡Hola! – dices sin temerme esta vez.
-Hola. –digo temblando.
-¿Ahora eres tú el que me tiene miedo?
-Jamás.-niego rotundamente.
-¿Entonces por qué te turbas, transpiras, resoplas, tiemblas…?
-¡Hoy como ayer sigo temblando por tí! Porque el amor sigue congelado desde ese instante en el que, suplicando, me pediste que no te comiera si no que te besara.
-¡Ay, Lobo! ¡Qué tiempos aquellos! ¡No me bastaba con volver loca a mi madre, vivirla a la abuelita! ¡Encima quería practicar tooodo tipo experiencias, transgredir todas las reglas! ¡Estaba harta del cuento de hadas!
-Pero, ¿entonces…?
-Entonces, nada. Tú caíste en la trampa. ¡Pobrecito! – y se fue moviendo ese culo tremendamente rojo y masticable.
Por un momento, la verdad, hubiera preferido la otra hacha certera. La del leñador.

Lucía Ballivián Belloni
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